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RESEÑA “SABOTAJE” de Arturo Pérez-Reverte

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Dos son las máximas que cita Arturo Pérez-Reverte en la introducción a la lectura a este su libro “Sabotaje” y que forman parte importante del sentido que su autor quiere darle a este texto.

 

“Hay héroes tanto en el mal como en el bien” La Rochefoucauld, Máximas

 

“Un cuadro es la suma de sus destrucciones” Pablo Picasso

 

Y como si de un cuadro se tratase, con la representación de varias ideas en una imagen integradora, escenario donde desarrollará la acción principal de su novela, en el primer capítulo se ocupa Arturo Pérez-Reverte de hacer la presentación oficial de su personaje principal. Y así, con cuidado estilo y en primer plano, nos introduce a su Falcó, carácter, motivaciones, profesionalidad ; y excursionando por sus detalles, nos adentra en el universo con pinceladas más o menos finas, más o menos gruesas, de los distintos motivos y planos que dan color y vida al cuadro. Y ya con estas primeras palabras el lector se percata de que va a disfrutar de un buen espectáculo para su inteligencia, un espectáculo de clase.

 

Lorenzo Falcó es ese hombre que apura el cigarro antes de dejarlo caer y aplastarlo y que “vive” en lo que se fuma la vida, lo bueno y menos bueno que esta le ofrece, disfrutando cada parte, cada vuelo y cada pájaro. Y sin estresantes expectativas afronta su presente.

 

Retrata además el texto la sociedad cambiante del momento y su mezcla con la anterior subsistente. La mujer, la fémina, la hembra, la esposa, la hermana, la novia, la activista, la madre, el apellido, la familia, la casta, estereotipos sacudidos por el terremoto de las guerras y sus revueltas. Algunos caerán, otros quedarán en pie. Y es que el pasado nunca se borra del todo; y hay muchas maneras de batear, como bien apunta este libro.

Ya a partir del segundo capítulo, el autor va desarrollando la trama. Una estructuración perfecta pero arriesgada, para que nos quedemos, o si no fuera el caso y el cuadro no fuese bueno, abandonemos la lectura. Pero Falcó y su autor poseen la confianza necesaria para el éxito. “Las apariencias no engañan” “Una precaución de más es una sorpresa de menos”. Ambos han conseguido lo que pocos consiguen en la vida: aparentar exactamente lo que se es y que parezca que se aparenta.

Transcribo sentencias, pequeñas partes de texto, porque muestran con absoluta rotundidad el carácter de la obra y quizá mis humildes palabras no alcanzarían el objetivo: “De nada valdrían unos hombros anchos y unas manos fuertes cuando, en la práctica eres cordero en vez de lobo” “Hay hombres nacidos para mandar y hombres nacidos para obedecer, pero él no es lo uno ni lo otro" "Dónde hay un hombre puede haber delito" "¿En qué bando estás? "¿Hay que estar en uno? " "La duda destruye más que las certezas" "Los que tienen patriotismo, fe y valor siempre pierden al final mucho más que los que no los tienen".

Falcó es un personaje de novela y de su tiempo que Arturo Pérez-Reverte nos presenta con una mirada, como la del mismo detective de su historia, pretendidamente sagaz. Examinando su escritura y al resto de personajes del libro como lo haría Falcó, con fines operativos, con entusiasmo, sin ahorro de meticulosidad en sus descripciones y tomando cartas en el asunto. Porque “En algunos momentos de la historia la pasividad es un crimen”.

 

Reverte trabaja a su personaje desde el conocimiento de sus años como corresponsal de guerra. Hecho que le permite dotarle de naturalidad y que hace que pasemos por alto el horror de la violencia y de la muerte, para mostrarnos el conflicto como un negocio con sus trabajadores y sus jefes; todos ellos de oficio. Porque eso es Falcó en esta novela, un trabajador de la muerte, en una misión bélica. Y en el relato el narrador se muestra tan profesional como el matador, excepto en el uso de la violencia. Y deja sus afectos fuera del papel y del texto, del mismo modo que lo hace Falcó cuando actúa; y en lugar de analizar la psique de su personaje, puesto que de hacerlo le restaría humanidad, nos muestra a este desde sus hechos. Y sus hechos le preceden y en ese despacho que es la contienda le confieren un prestigio que lo hace no ya útil sino imprescindible; pieza clave en un juego de poder, “el ejecutor de muerte”. Totalmente ofensivo y eficaz en pro del éxito. Alguien suficiente, e imposible de manipular. No como ocurre con los partidistas de uno u otro bando: gente dominada por las pasiones, fáciles presas del poder y del engaño.

Se compra y se invierte por resultados, y ahí está Falcó, la maquinaria perfecta, sin apegos y con cerebro: La calidad tiene nombre y tiene precio.

 

¿De qué está formada la naturaleza moral de Falcó ? ¿Cómo es su carácter? ¿Cuál su visión del mundo?. “Matador bajo contrato” “Asesino a sueldo” En esta novela su autor muestra a Falcó como un profesional en alza en términos contenciosos, totalmente aceptable socialmente, aunque no es otra cosa que un psicópata entre psicópatas. Psicópatas amparados en la guerra que carecen de afectos y de ideales políticos. Un criminal de oficio. Pero en esta novela no se analiza la mente del horror y del crimen, se cuentan las andanzas de un personaje singular en tiempos violentos, que entiende que la lealtad es fría y más fácil de gestionar que los sentimientos. De forma que el lector lejos de juzgarle le dedique una mirada aséptica. Estableciendo una corriente de simpatía hacia alguien que si estuviera fuera de ese papel y nos lo cruzásemos en la vida real nos resultaría despreciable.

Y en eso estriba la maestría de este autor en esta novela negra fruto de un estudio profundo del perfil de que quiere dotar a su protagonista, porque un profesional, un individuo así no se improvisa . Y es mérito y método del autor dotar de atractivo a un individuo despreciable. Para luego sumergirlo en una trama de poder organizado, donde él seguirá siendo el eje principal, y lo demás sólo circunstancias novelescas de vida y muerte.

 

Este título, Sabotaje, aunque cierre una trilogía deja una puerta abierta con un personaje vivo y fresco, con mucha fuerza y totalmente vigente, donde si cabría el actualizarse en algo, serían la trama y el escenario donde Falco haya de actuar de nuevo, en otros episodios, de igual forma estudiada, límpia e impunemente .

 

Ni intelectuales, ni artistas, ni gentes de élite, ni por supuesto el pueblo llano, nada ni nadie se salva, porque todo está al servicio del poder; en la guerra todo vale

 

“Fue un sabotaje, repitió el portero. Lo dañaron a propósito”.

Autor de la reseña:

Josefina Llorente

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