Autora de la reseña:

Josefina Llorente

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“Nunca se consigue liquidar los problemas, siempre queda una huella, pero podemos darles otra vida, una vida más soportable y a veces incluso hermosa y con sentido”. Boris Cyrulnik

 

“Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de la vida fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma”. Carl Gustav Jung

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“Y, a pesar de todo, en este bello lugar que es la tierra”. ¿Os apetece que analicemos esta frase que subtitula el TODAY de este libro; yo lo atisbo fundamental para integrar el texto en su plenitud, su oscuridad y su complejidad…Y digerirlo sin otro riesgo de carácter que la comprensión y la complacencia. Pues es este un relato de un alto porcentaje en dureza, aderezado de alada sensualidad, aprobada espiritualidad, desgarrada carnalidad, imaginación a tope, gusto por la excelencia del lenguaje, franco lirismo, sublime erotismo, talento y belleza. Ahora bien, antes que asépticos lectores somos emocionales humanitos, y nos pica la curiosidad: ¿Qué y cuánto habrá de verdad, si la hay, en esta autobiografía ficcionada, que es donde yo la encuadraría como subgénero literario, dentro de la novela? Lo que el lector puede aportar de su parte son simples o enrevesadas conjeturas…Sólo la autora conoce si hay más o menos verdad en su propia realidad de lo que aquí cuenta.

 

Sea como sea, yo siento estos textos vómitos calientes, que me salpican, cruzando la puerta a mi empatia y tocando con los nudillos ensangrentados la otra, la de la compasión, con envidiable firmeza y furia de lava transparente; y, a medida, hiriente baba. Pero cual herrero, no veo sólo el hierro incandescente, sino también la herramienta, el martillo que lo modela y la mano que lo dirige. Los caracteres se forman en la fragua de los hechos mundanos. Lo importante es que el metal, el hierro, sea puro. Y así, Eva Torres, crea para esta novela, un personaje de mujer, Sara, de una pureza y nobleza excepcionales en su naturaleza.

 

La vida siempre te golpea. Y si no lo hace, recela de tu condición en este plano; quizá no encarnes un alumno, sino un maestro. ¡En ambos papeles se sufre, aunque a distinto nivel!, ya te lo adelanto. De modo que si tú percibes por tus experiencias que viniste a pasarlo bonito, estás procrastinando: Tu aterrizaje en este mundo es una pérdida de oportunidad y de tiempo. Y no, no es que se aprenda necesariamente a fuerza de golpes, pero es una educación más sólida porque se sustancia con valores y es más progresiva y rápida…Y tú te consideras suficiente, pues lo intuyes, lo pactas y lo aceptas. Luego, ¡déjate llevar! porque la vida, amig@, lo sabe a ciencia cierta.

 

“Solo pensé que en un segundo podría terminar todo mi sufrimiento, el de mi madre, el de Lucia. No tuve piedad…” Situaciones límite", esos puntos, esas coordenadas, relacionados con los conceptos de libertad y existencia para filósofos como Jaspers, cuando dice de ellas que configuran la estructura de la existencia humana, son manejados con habilidad por Eva Torres en esta novela.

 

También explora, Eva Torres, en este texto, el campo de la confianza, ese algo de esperanza acompañada de fantasía sobre que aquellas cosas que pueden salvarnos están próximas a ocurrir; y al contrario, están lejanas aquellas que nos provocan temor; acorde a la definición de Aristóteles para la confianza. “Hubiera podido ser mi verdugo, pero no tenía más opciones. Pensé que la suerte había puesto delante de mí un puente y debía aventurarme a cruzarlo”.

 

Somos memoria, aseguran los filósofos. Pero yo disiento, y entiendo que la autora de TODAY, Eva Torres, también, de esa categórica afirmación si peyorativamente es excluyente. Somos memoria, gratitud, bondad, esperanza. Somos catarsis de la desolación, transformación kármica, movimiento hacia delante, infinitud astral, energía cósmica. No somos rehenes de nuestro pasado de disfortunio ni proscritos sin opción de anclaje y mixtura en el presente. “He llegado a casa después de un día duro de trabajo. Le he perdido el miedo a la soledad y a enfrentarme a los recuerdos”.

 

A destacar, el viaje que establece Eva Torres entre pasado y pre presente, tiempos estos a los que accede y vuelve enlazando suavemente, sin tirones, a partir de palabras, frases, o sentidos implícitos o explícitos expuestos, en las distintas estadías del texto.

 

Y ya sólo me queda, ofreceros mi consejo lector: Amig@s aventurados a recorrer estas páginas, TODAY, de Eva Torres: Prepararos para el embate doloroso y sorpresivo en vuestra sensibilidad, y que la lluvia cale ánimos y corazones mientras escampa (que escampa, ya veréis; e incluso podréis coger florecillas silvestres en renglones alternos), en sus letras.